distinguirse y describirse de manera aislada, pero de hecho, no pueden existir o desarrollarse sino en su conexión con los demás. ESTO SE APLICA DE manera especial a la voluntad (espíritu, corazón). Hemos ya observado que, en su funcionamiento, la voluntad depende completamente del contenido de la mente (los pensamientos y sentimientos). No es posible elegir –que es la función de la voluntad o espíritu–, sino en términos de pensamientos y sentimientos. En el momento
Page 183